BREVE MANUAL DE ALBAÑILERÍA PARA INICIADOS | LECCIÓN 1

El maestro de obras de construcción Xavier Balderas es un experto con mucha experiencia en el ámbito de la industria de la construcción. Desde hace más de 32 años, ha estado trabajando en el sector de la construcción, empezando como peón, y adquiriendo los conocimientos y práctica de lo que comúnmente se conoce con la calificación de oficial de primera, aunque cabe añadir que este es un oficio del que siempre cada día es un reto y un trabajo nuevo, del que constantemente se debe de ir aprendiendo y perfeccionando o cambiando a por mejor lo ya aprendido, nunca se termina de aprender.

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A este maestro se le ocurrió escribir un sencillo manual, cuya lectura fuera de utilidad para los iniciados, todo explicado desde la experiencia personal, y sin haber asistido a ninguna escuela ni haber tenido maestro directo, puesto que en este oficio es raro que alguien diga haber tenido un sólo maestro: se aprende con la observación y con la práctica, aunque a veces los consejos y lecciones de algún veterano ayudan, si bien como es natural, muchas veces la envidia impide que el maestro transmita sus secretos al discípulo, por el miedo a que lo supere. De todos modos, personalmente el maestro de obras Xavier Balderas ha tratado de transmitir todos sus conocimientos en varios artículos, porque cree que una buena formación siempre acaba siendo de una gran utilidad para el interesado, y por eso a sus aprendices siempre les ha exigido mucho trabajo y práctica, como la mejor manera de aprender ese oficio que ya se forma por sí mismo, con las peculiaridades particulares de cada uno.

 

ESCUELAS DE LA ABAÑILERÍA

Mucho trabajo practicando, mucho interés y voluntad, y mucha aplicación, son las claves para aprender el oficio de la albañilería, muchísimo más que los cursos de los “institutos Gaudí de la construcción” de turnos con mucho contenido teórico y que requieren muchísimas horas, del que tan sólo terminan saliendo chapuceros inexpertos con un carnet oficial que en la práctica de muy poco sirve si no dispones de la pericia necesaria, cuyos conocimientos no se pueden comparar con el de los viejos veteranos de siempre que se conocen al dedillo toda una serie de trucos que no se enseñan en esos supuestos cursillos, que aunque con buenas intenciones, hasta ahora prácticamente han servido de muy poco.

Dicho lo anterior, el maestro Xavier Balderas nos da una breve lección para tratar de explicar su argumento aplicado en la vida real:

 

LECCIÓN 1.- NOCIONES BÁSICAS PARA CREAR UNA EMPRESA DE CONSTRUCCIÓN PROPIA

 

EL FACTOR HUMANO

 

Hay que elegir bien el personal, puesto que esto es lo más importante de todo, ya que determina el éxito o fracaso en la empresa: a los jóvenes que se inician enseñarles todo lo posible y acostumbrarlos a trabajar bien, guardando el orden y la limpieza. Siendo ese un trabajo de gran dureza, que requiere gran resistencia física, es preciso ser persona lo bastante fuerte para aguantar el estrés y el desgaste que de ello deriva.

Es importante elegir bien a las personas, pues el resultado de una obra es la suma total de los trabajos que se hacen entre todos, teniendo en cuenta el importante detalle de que al ser muchas veces un trabajo de equipo, un operario tiene que ir forzosamente al ritmo del otro.

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Un maestro de acabados que es rápido y un peón lento, no forman una buena combinación; lo mismo que un peón rápido y un maestro lento. Como ocurre con el resto de las empresas del sistema, el trabajo se rige por la competitividad, y todo aquello que ayuda a ser competitivo, es positivo para la empresa, sea en rapidez del personal, ordenado y pulidez de la obra, buena formación profesional, dominio del oficio y buen aprovechamiento de las tecnologías y maquinaria, organización y planes a seguir, etc

Al mismo tiempo de conseguir el mayor beneficio económico posible para la empresa, hay que buscar la forma en que la obra confiada salga lo más barato posible al cliente, sin olvidar buscar la mejor calidad, al mismo tiempo que suponga la mayor ganancia económica para la empresa. Esto es un equilibrio muchas veces difícil de conseguir, pues la clave está en la rapidez, estrategia, y buena disposición del personal, que al ser equipo, conlleva las dificultades y los problemas propios de los que forman equipo.

 

La cosa mejora en todos los aspectos si hay una buena parte de implicación individual. Elegir las personas para formar el equipo, es también asunto complicado y difícil: se tienen que ir probando personas, elegirlas o rechazarlas, contando también con el factor suerte de disponer de las personas adecuadas, pues no todas son responsables y mínimamente trabajadoras. Al fin y al cabo, la ganancia máxima, al mismo tiempo que la satisfacción del cliente, supone la finalidad última de la empresa.

 

Eso es lo principal que debe de tener en cuenta quien tenga propósito de crear una empresa de construcción. Por esa razón, las empresas ya implantadas, buscan los mejores profesionales, tanto como personas, como de dominio del oficio; y los profesionales individuales (generalmente autónomos) no tienen demasiadas dificultades de oportunidades de trabajo en los tiempos de bonanza. Actualmente la crisis ha afectado muy gravemente al sector, que se encuentra bastante parado y con precios reventados, sobreviviendo los que sobresalen con la “ley del más fuerte” que lógicamente impone todo mercado.

 

EL TEMA DE LA SEGURIDAD

Otra cuestión engorrosa, que debe de saberse, son las exigencias y obligaciones administrativas: el pago de los impuestos, el cumplimiento de supuestas normas de seguridad, los requisitos técnicos de las normativas, etc… (la inmensa mayoría de las veces no son ni justos, ni adecuados, ni rentables). Son cuestiones impuestas por una serie de señores de la cosa pública, que no conocen bien lo que es estar días, meses y años trabajando en una obra… y por eso muchas de esas cosas que imponen o exigen, son totalmente incompatibles, que cada cual trata de dar una imagen cara a la galería, y en cuanto puede, lógicamente se presenta la burla que la cuestión representa. Pretendiendo buscar más seguridad, lo que se ha conseguido es más torpeza, pérdida inútil de tiempo, y un coste aún más carísimo.

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En opinión del maestro Xavier personal sería ideal las exigencias que no se basan directamente en el conocimiento de la práctica desaparezcan siendo el sentido común y la experiencia la base de la seguridad facilitando de este modo el modo de trabajar, y una libertad total que fomente la competencia y beneficie al consumidor-cliente, por permitir unos costes más reducidos y más productivos sin descuidar, claro está la verdadera seguridad del trabajador mediante el uso de equipo de seguridad verdaderamente necesario.

 

Para quien quiere ofrecer un buen servicio al cliente y que su empresa obtenga un buen prestigio social, no necesita que la burocrática Administración Pública le tenga que decir cómo tiene que hacer las cosas, y encima para empeorar aún más las cosas, imponerles fuertes tributos o tasas.

 

Si te gustó esta primer parte de la opinión y consejos prácticos del maestro de obras Xavier Balderas, espera la continuación de este artículo.